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Desde el Hotel Ars, os comeréis el Mediterráneo tal y como lo entiende Paco Pérez, y alucinaréis de todos los matices creativos de los que es capaz este gran chef. El mar en los fogones de un dos estrellas Michelin es, dicho simple y llanamente, emoción pura en cada mordisco. Nacido en 1957 y padre del Nou Ramonet, La Fresca y La Vinoteca, Can Ramonet sigue siendo la taberna insignia del grupo.
El Mar del Norte con la Luz del Sur
- Del grupo restaurador Somos Esencia (Bar Bauma, Fauna, Agua).
- Podrás acompañar tu elección con navajas, mejillones, rape, pulpitos o sepia, ensaladas, sopas y otros platos que miran al mar.
- En el Real Club Marítimo, frente al Maremagnum, Fiskebar despliega una propuesta singular en un entorno privilegiado, con vistas abiertas al puerto y al Paseo Colón.
- Entre ellos, Tragaluz Barcelona, El Japonés, Pez Vela, Cuines Santa Caterina o Bar Lobo, solo algunos de los 18 espacios que hoy conforman su mapa gastronómico en la ciudad.
- La incorporación más reciente a la estirpe de Ca La Nuri es el Sal Mar, una actualización de los postulados de este grupo de cocina marinera que en 2022 cumplió 60 años y pasó a llamarse Familia Nuri.
Sin embargo, estos elementos son tan solo la guinda del pastel a unas imponentes vistas al puerto de Barcelona. En sintonía con sus bases culinarias, salta a la vista que el interiorismo de este restaurante es un verdadero homenaje al slow life nórdico; su minimalismo moderno, la música amenizando el ambiente o la terraza donde disfrutar de los últimos destellos de luz son los responsables de la ideal atmósfera que impregna todo el sitio. La gran mesa central invita a la convivencia; la barra de sushi —donde se puede ver trabajar al sushiman en directo— añade un toque que da al conjunto un aire diferente. Como principales, el arroz meloso de cigalas o el solomillo a las pimientas con setas sintetizan el pulso creativo de la cocina, entre tradición y contemporaneidad, equilibrando el punto justo de intensidad. Al mediodía, la claridad del sol dibuja un espacio vivo y abierto; al atardecer, la brisa y los reflejos del puerto suavizan el ambiente hasta transformarlo en un lugar más íntimo, donde el mar y la mesa parecen compartir espacio. El comedor, concebido como una “caja de cristal” rodeada de vegetación, es un jardín que se abre al puerto y al cielo, ofreciendo luz natural, brisa marina y vistas que convierten cada comida en un pequeño viaje.
Una barra de piedra y microcemento actúa como eje central de la actividad
En Platja Ca La Nuri, con una historia restauradora familiar que se remonta a mediados del siglo pasado, lo podréis comprobar a pie de playa. Se nota que el chef, Marc Singla, trabajó en el Bulli. Si vais desesperados buscando arroces auténticos por la Barceloneta, ¡stop! Dado que el barrio tiene mucha afluencia turística, acertar con lugares auténticos no siempre es fácil. Entre el mar, la arena y el asfalto, visitar la Barceloneta es como ir de vacaciones sin salir de la ciudad. Una marisquería moderna con lo mejor de la despensa de Galicia y Cataluña.
Collaborating hotels
No esperéis lujos extravagantes, tan solo puro sabor de mar. Si no tenéis ningún límite presupuestario a la hora de apoquinar la cuenta, lo vuestro es comer en las mejores marisquerías de Barcelona. El espacio se eleva sobre el puerto de la ciudad en la primera planta, con un diseño interior que cobra vida con los reflejos del Mediterráneo cuando el sol lo golpea en diferentes momentos del día. Con vistas a las fachadas de los edificios que bordean el Moll de la Fusta y hacia Montjuïc. Para aquellos a los que les cuesta decidir qué pedir en un restaurante donde todo lo que ofrecen es tentador, el menú cerrado es una gran opción. El mobiliario sigue en todos sus espacios una misma narrativa, pero, en este caso, las mesas van acompañadas de sillas Paralel de Point.
Ajoblanco. Gastronomía, cócteles y diversión
En la Avenida Diagonal, Bosco de Lobos ofrece un escape del bullicio urbano, y un restaurante donde la sensación de comer rodeado de árboles es posible. Porque hay bares que se visitan, y otros —como este— a los que siempre se vuelve. Tapas Lobito es el nuevo bar de moda en el Born, donde uno puede empezar con un zurito de gazpacho y acabar riendo alrededor de una mesa compartida. Un bar sin prisa, vinos naturales, cervezas, sangría y cócteles que prolongan las sobremesas mientras la música sube de ritmo.
Iluminación ambiental perfecta con piezas de diseño
Una estructura que, para los usuarios de este grupo, no pasa desapercibida, pues no nos fue difícil reconocer que la barra es precisamente la misma que encontramos en el Rojo Negro de La Diagonal. Grandes ventanales abren el restaurante al bosque urbano, integrando la naturaleza con la mesa, mientras que la cocina abierta —verdadero corazón del local— permite observar el proceso culinario como parte de la experiencia. En medio de este pulso mediterráneo, Grupo Tragaluz suma una chispa más con la apertura de Tapas Lobito, un local que rompe las reglas del tapeo barcelonés al reunir en un mismo lugar las tapas de siempre y una barra de sushi. Bajo la dirección del chef Pol Vitale, la carta combina inspiración mediterránea y acentos nórdicos para rendir homenaje al mar.
Si hay un cocinero vinculado a los fogones del viejo Marítim es el crítico gastronómico francés Phlipippe Regol, quien una década antes de los Juegos aterrizaba en aquel restaurante recién inaugurado. El comedor, totalmente renovado, rodeado de amplios ventanales con las espectaculares vistas del Port Vell
No es sólo un restaurante, es una experiencia que enamora a fismuler barcelona reviews todos los paladares, especialmente a los amantes del pescado. La proximidad del restaurante permite que puedan jugar con guisos y fumets que aplican en platos como un estofado de sepia exprés. Ahora bien, como sucede en La Pubilla y Extra Bar, el producto no va desnudo, sino equipado con bases de cocina catalana con un giro moderno.
La Torre d’Alta Mar es cocina mediterránea y marinera con toques modernos en un ambiente distinguido. Entre semana, bajad a la Barceloneta para disfrutar de un menú de mediodía, a 16 euros, impecable; te traen una paella para uno con sepia, calamares y tirabeques, que por sabor y generosidad te recuerda el arroz de la madre. Si el ‘nikkei’ en sí mismo es ya un estilo de fusión, ella innova dentro de este marco con una cocina de autor que pone el pie en dos o más gastronomías por plato con naturalidad y acierto. Cabe decir que nos rendimos al estilo y creatividad de la chef Alejandra Ormeño, que ha logrado un equilibrio fenomenal entre la voluptuosidad de Perú y la precisión de la cocina japonesa. De la barra de crudos, salen ostras ahumadas, carpaccios de gamba roja y láminas de pulpo con aguacate. Rodaballo, rape negro, secreto ibérico, o wagyu de Burgos (que buena la cecina que también preparan con él, por cierto) conforman las propuestas de esta parte de la carta).
Sal Mar
La incorporación más reciente a la estirpe de Ca La Nuri es el Sal Mar, una actualización de los postulados de este grupo de cocina marinera que en 2022 cumplió 60 años y pasó a llamarse Familia Nuri. En el Ají de Barcelona, uno de los restaurantes del Casino de Barcelona –con acceso desde la calle– se mezcla la cocina más tradicional de Perú con la japonesa, es decir, hacen cocina nikkei y son uno de los máximos exponentes de la ciudad. Se trata de cocina mediterránea, con guiños afrancesados que tan bien maneja el chef, se articula aquí alrededor de carnes y pescados a la brasa.
Cada local es un escenario propio, donde la gastronomía se convierte en protagonista y el diseño y la atmósfera crean el telón de fondo perfecto para cada encuentro. Cuatro espacios, cuatro formas de vivir Barcelona desde la mesa. Entrantes muy correctos como el dukker de berenjena y nueces y platos fríos, como el tiradito de atún con tomate verde y jalapeños o el pez limón en crudo con aceite que sirven con alga nori para que el comensal prepare sus rollitos. Igual de vinculado a la Barcelona preolímpica estuvo el Mordisco, primera piedra del grupo Tragaluz, impulsado por Rosa Esteva y su hijo Tomás Tarruella. “Allí aprendía cositas que tímidamente introducía en la carta”.
Bajo el concepto “Casa de Vivi”, Kimpton Vividora aúna tres espacios gourmet diferentes en los que todo es posible. Un proyecto de lujo contemporáneo que te hará sentir como en casa y en el que la oferta gastronómica juega un papel fundamental. En pleno barrio Gótico, este hotel boutique de 5 estrellas combina la vanguardia y la tradición en un equilibrio perfecto. ¿Cómo escoger el mejor restaurante para tus citas navideñas? Durante estas semanas, las agendas se llenan de comidas y cenas con diferentes grupos para brindar por todo lo bueno que nos han traído los últimos 12 meses y por el deseo de empezar con buen pie el nuevo año que está a punto de comenzar. Un interior cálido y arquitectónico, donde el uso de pocos elementos realza la belleza de lo artesano y los materiales puros, a la vez que resalta el entorno del puerto y las vistas al Montjuïc.